No hay consenso sobre la definición de la familia. Jurídicamente está definida por algunas leyes, y esta definición suele darse en función de lo que cada ley establece como matrimonio. Por su difusión, se considera que la familia nuclear derivada del matrimonio heterosexual es la familia básica. Sin embargo las formas de vida familiar son muy diversas, dependiendo de factores sociales, culturales, económicos y afectivos. La familia, como cualquier institución social, tiende a adaptarse al contexto de una sociedad. Esto explica, por ejemplo, el alto número de familias extensas en las sociedades tradicionales, el aumento de familias monoparentales en las sociedades industrializadas y el reconocimiento legal de las familias homoparentales en aquellas sociedades cuya legislación ha reconocido el matrimonio gay.
Las familias pueden ser clasificadas de diversas maneras.
Familia nuclear, formada por la madre, el padre y su descendencia.
Familia extensa, formada por parientes cuyas relaciones no son únicamente entre padres e hijos. Una familia extensa puede incluir abuelos, tíos, primos y otros parientes consanguíneos o afines.
Familia monoparental, en la que el hijo o hijos vive(n) sólo con uno de los padres.
Familia homoparental, en la que el hijo o hijos vive(n) con una pareja homosexual.
otros tipos de familias, aquellas conformadas únicamente por hermanos, por amigos (donde el sentido de la palabra "familia" no tiene que ver con un parentesco de consanguinidad, sino sobre todo con sentimientos como la convivencia, la solidaridad y otros), etcétera, quienes viven juntos en el mismo espacio por un tiempo considerable.
En muchas sociedades, principalmente en Estados Unidos y Europa occidental, también se presentan familias unidas por lazos puramente afectivos, más que sanguíneos o legales. Entre este tipo de unidades familiares se encuentran las familias encabezadas por miembros que mantienen relaciones conyugales estables no matrimoniales, con o sin hijos. El Día Internacional de la Familia se celebra el 15 de mayo.[3]
COMO SE SEPARAN:
Las parejas que vivencian la separación o el divorcio, experimentan un torbellino de emociones que van desde la tristeza, la angustia, la culpa, el desconcierto, hasta la euforia, que provoca la creencia de que todos los problemas se han solucionado con esta decisión. Es en este periodo cuando la pareja necesita más tiempo para sí mismos, para afrontar las emociones que acompañan a la ruptura y decidir el nuevo curso de acción a seguir en sus vidas. Sin embargo, dentro del sistema familiar, son los hijos los que reciben el mayor impacto del rompimiento, y son estos los que más necesitan del apoyo, confianza y amor de sus padres.
El quiebre de la pareja conyugal es un proceso doloroso, estresante, largo y conflictivo. Cada familia lo vive con características propias. Son los momentos previos a concretar la separación cuando se produce el mayor aumento de tensión en la familia. Por tanto, es importante enfatizar en el control que deben tener los padres para evitar discutir en presencia de los hijos, menos aún sobre los temas de custodia, visitas, o dinero de manutención. Para los hijos presenciar estas discusiones es muy estresante, puesto que sus padres son las dos personas que más quieren y se sienten más seguros. Frente a esto, es aconsejable que los padres se hagan asesorar por un tercero imparcial (mediador familiar), para llegar a acuerdos difíciles de conseguir por si solos.